jueves, 3 de febrero de 2011

Aspectos del Flamenco: El Carbonero






Decir El Carbonero en Jerez es hablar de bordón y prima, de manos, de posturas, de arpegios, de falsetas, de trémolos, de rasgueos, de compas y de todo lo que es saber de guitarra; o sea, del maestro Manuel Lozano Gómez.

Jerezano de pura cepa, nacido en el antiguo barrio de Santiago, en el seno de una familia de hondo sentir flamenco, no en vano su padre, El Carbonero de Jerez, fue consumado saetero y amplio dominador de la baraja de cantes.

En Manuel Lozano El Carbonero concurren la suma de una serie de factores con los que se ha ganado el prestigio y el fervor popular de que goza, como puede ser: haber sido alumno del virtuoso y ya mítico profesor Rafael del Águila. También por ser artista que ha tocado en numerosos festivales acompañando con su guitarra a cantaores de la talla de “El Chocolate”, “El Lebrijano”, “Agujetas”, “Chano Lobato”, “Terremoto”, etc. Debe también su prestigio al haber participado con su señera guitarra en grabaciones con María José Santiago, Ana Peña, El Perro de Paterna, etc. Por todo este amplio historia, en el año 2001 fue premiado por la cátedra de Flamencología con la Copa Jerez, en reconocimiento a la labor que como maestro de la guitarra viene haciendo en su academia de la calle San Miguel desde hace mas de 35 años.

Manuel Lozano El Carbonero reconocido y requerido artista, es sumamente valorado y respetado por su labor como profesor de guitarra para lo que tiene unos dotes verdaderamente admirables. Por ello en sus manos son ya muchos los artistas y guitarristas profesionales que ponen a sus hijos para que aprendan a tocar la guitarra con una base solida sobre la cual ya cada uno presta su propia personalidad artística. Con toda seguridad el 80% de loa guitarristas noveles que existen en Jerez y otros que ya destacan fuera de nuestra provincia y son verdaderos artistas, proceden y tienen sus comienzos en la academia de Manuel Lozano El Carbonero. Todos sin excepción guardan un cariñoso recuerdo de su maestro al que se refieren con orgullo.

Ser profesor de guitarra no lo es cualquiera, hay quien se decide a dar clases pero pasado el tiempo por mas que se esfuerza decrece su interés por escaso progreso de sus alumnos. Hay que armarse de paciencia y sobre todo haber llegado a conocer la sicología de cada uno de sus alumnos, sus facultades etc. Para de este modo darle la clase que sus primeros pasos requieren.

Se puede ser un gran guitarrista y no saber enseñar e igualmente tener un gran conocimiento de la guitarra y no servir para la escena. En Manuel Lozano El Carbonero se funden todas estas cualidades, de ahí su versatilidad, la que es acompañada por su bondad de carácter, cercano trato y amable personalidad. Como todo buen guitarrista, El Carbonero es un gran aficionao al cante y el conocimiento que posee, le es de gran ayuda a la hora de impartir sus clases para el acompañamiento, durante las que en ocasiones apunta cualquier estilo o variante. A veces le visitan cantaores de lo jondo, que buscan conocimientos de la guitarra para el cante y El Carbonero mostrándole el diapasón los instruye en el secreto de los tonos para que conozcan los que corresponden a sus registros y tesitura. Ellos a la vez colaboran con sus cantes para que los iniciados aprendan el difícil arte del acompañamiento. Sirva También este Aspecto del Flamenco para aplaudir la encomiable labor que, como El Carbonero llevan a cabo todos aquellos que dedicados a la enseñanza de las diferentes disciplinas del flamenco Contribuyen al engrandecimiento de este.

Rafael Lorente Herrera.